Esta alquería le puse el nombre de Galip/Patach, Galip por el último dueño Árabe y que por tradición oral ha llegado a nuestros días, y Patach por el apodo de nuestra familia que la habita hace algunos años, y es el nombre por el que se la conoce desde entonces.
En 1986 comenzó su reconstrucción, quitando paredes y suelos "modernos" que descubrieron los ladrillos y baldosas antiguas mozárabes, reconstrucción cuidadosa que duró 30 años añadiendo elementos de la época como azulejos góticos valencianos.